Esta nota fue publicada originalmente en EFE Verde.
Es un disparate que con la temporada de huracanes a la vuelta de la esquina y con el alza en la frecuencia de desastres climáticos de gran magnitud, el gobierno del presidente Trump haya ordenado al Servicio Nacional de Meteorología (NWS por sus siglas en inglés) suspender la traducción de sus alertas meteorológicas al español y otros idiomas. Sumado a la reciente orden ejecutiva que declara el inglés como idioma oficial de Estados Unidos (y que de paso deroga una orden ejecutiva del año 2000 para impulsar el acceso a servicios gubernamentales para personas que no dominan el inglés), se le cierra el acceso a información vital a millones de personas en los Estados Unidos cuyo idioma principal no es el inglés.
Esta decisión–por una supuesta falta de presupuesto–no es un mero ajuste administrativo: es una…
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